Por primera vez desde que el Sistema de Alertas Tempranas (Siata) comenzó a medir la calidad del aire del Valle de Aburrá, en agosto de 2016, las estaciones de medición amanecieron de color verde, lo que implica que por fin respiramos un oxígeno más puro.
El Siata presentó en la mañana de este jueves un informe según el cual las 21 estaciones de medición ubicadas en la subregión están con coloración verde, es decir, registrando bajas concentraciones de PM 2.5 (partículas microscópicas contaminantes).
En entrevista con EL COLOMBIANO, Gustavo Londoño, subdirector Ambiental del Área Metropolitana del Valle de Aburrá (Amva), atribuyó esta mejoría a cuatro factores: el primero fueron las lluvias nocturnas, que se vienen presentando hace tres días, “que han hecho un lavado atmosférico excelente, limpiando los contaminantes”.
El segundo fue que, a pesar de que todavía hay incendios de capa vegetal en varias partes del país, los vientos fueron favorables y no trajeron a la metrópoli los aerosoles producidos por dichas conflagraciones.
Tercero, la poca circulación del parque automotor y las bajas emisiones de las industrias, producto de la cuarentena; y cuarto, una meteorología beneficiosa, ya que la nubosidad ha permitido la entrada de radiación solar, lo que facilita la dispersión de los contaminantes por encima de las montañas que rodean al valle.
En imágenes: Hoy respiramos aire limpio
Según la autoridad ambiental, la última vez que se habían registrado estaciones en verde fue el pasado 24 de febrero, cuando apenas una tuvo esa coloración, ubicada el corregimiento Santa Elena de Medellín.
“Aunque este es un logro de la naturaleza, detrás de estos estudios hay un equipo altamente comprometido del Siata, la U.P.B. y el Área Metropolitana, para quienes tengo un agradecimiento enorme”, manifestó Londoño.
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